jueves, 2 de abril de 2015

17. LA RESPIRACION



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Respiración ruidosa
En los primeros meses los conductos nasales de los bebés se obstruyen fácilmente con pelusa de las frazadas y de la ropa, polvo, residuos de leche o alérgenos locales.
Como los conductos nasales del recién nacido son pequeños, hasta una mínima obstrucción puede hacer que la respiracion infantil sea con dificultad y ruidosamente.
Aunque la respiracion infantil se oiga muy fuerte, ello no se debe en rigor a un resfrío, es decir, a una infección
 
Para destapar la nariz del bebé, prepara unas gotas de salmuera —alrededor de un cuarto de cucharadita de sal con 25 cm3 de agua— o compra suero fisiológico en gotas o spray nasal en la farmacia.
Con un gotero de plástico, vierte unas gotas en cada fosa nasal, con suavidad. Eso aflojará las secreciones nasales y estimulará al bebé para que estornude y haga que las secreciones de la parte posterior de la nariz se desplacen hacia adelante, de donde las puedes sacar con cuidado utilizando un aspirador nasal.


Como cuidar la respiracion infantil


Si tienes un vaporizador en la habitación del bebé, en especial durante el invierno en los ambientes con calefacción central, te ayudará a aliviar la respiracion infantil ruidosa. Quita los elementos que juntan polvo en el ambiente donde duerme el bebé, tales como muñecos de peluche, almohadas de pluma y frazadas peludas. Principalmente, manten al bebé alejado del humo del cigarrillo: es uno de los irritantes más comunes para sus conductos respiratorios.
Hacia el final del primer mes, los bebés comienzan a producir más saliva de la que pueden tragar con comodidad. El exceso de saliva se junta en la parte posterior de la garganta y provoca una respiracion infantil ruidosa muy fuerte que suena como si fuera un resfrío, pero en realidad no lo es. Con el correr del tiempo el bebé aprenderá a tragar ese exceso de saliva. Los ruidos, por lo general, disminuyen cuando los bebés se duermen porque segregan menos saliva durante el sueño.
Si colocas al bebé dormido boca abajo, la saliva saldrá por la boca o se juntará en las mejillas, en lugar de acumularse en la garganta. Si las secreciones nasales se tornan cada vez más espesas y amarillas durante el día (las secreciones nasales suelen ser más espesas por la mañana porque estuvieron estancadas en la nariz toda la noche) y al mismo tiempo el bebé comienza a tener algo de fiebre, mal genio, se alimenta poco y cambia de comportamiento, es probable que se trate de una infección y sea necesario recurrir al médico.